miércoles, 28 de mayo de 2014

CORDOBA

CORDOBA


Córdoba está situada en una depresión a orillas del Guadalquivir y al pie de Sierra Morena. Es la tercera ciudad de Andalucía tanto por tamaño como por población, sólo por detrás de Sevilla y Málaga.

Córdoba, ciudad milenaria, posee el segundo casco histórico más grande de Europa, el mayor espacio urbano del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es precisamente en él donde se aglomera gran parte de los edificios históricos de la ciudad. En él cabe destacar el edificio más importante y símbolo de la ciudad, la Mezquita-Catedral de Córdoba y actual catedral que, junto al Puente Romano, forman la más conocida faceta de la ciudad el Teatro romano situado bajo el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba.




Hoy es una ciudad de tamaño medio, en cuyo casco antiguo aún podemos contemplar edificaciones con elementos arquitectónicos de cuando Córdoba fue la capital de la Hispania Ulterior en tiempos de la República romana, o de la provincia Bética durante el Imperio romano y del Califato de Córdoba durante la época musulmana, cuyos dirigentes gobernaron gran parte de la Península Ibérica. Según los testimonios arqueológicos, la ciudad llegó a contar con alrededor de un millón de habitantes hacia el siglo X, siendo la ciudad más grande, culta y opulenta de todo el mundo.





Las mezquitas, las bibliotecas, los baños y los zocos, abundaron en la ciudad, gestándose las bases del Renacimiento europeo. Durante la larga Edad Media europea, en "Corduba" florecieron las letras y las ciencias. La ciudad contó con multitud de fuentes, iluminación pública y alcantarillado, durante la época de mayor esplendor califal.







Su casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Diez años antes, en 1984, lo había sido la Mezquita-catedral de Córdoba. Fue candidata a la capitalidad cultural europea para el año 2016, siendo finalista para representar a España. Además la Fiesta de los Patios Cordobeses fue designada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en diciembre del 2012.





Rodeando el extenso casco histórico se sitúa la antigua muralla romana, de la cual se conservan algunos lienzos; la Puerta de Almodóvar, la Puerta de Sevilla y la Puerta del Puente, que son las tres únicas puertas que se conservan de las trece que tuvo la ciudad; algunas torres como la torre de la Malmuerta, la torre de Belén y la torre de la Puerta del Rincón; y las fortalezas de la torre de la Calahorra y la torre de los Donceles.





Cerca de la mezquita-catedral se emplaza la antigua judería formada por multitud de calles irregulares, tales como calleja de las Flores y la calleja del Pañuelo, en las que pueden visitarse la sinagoga y la Casa de Sefarad. En el extremo suroeste del casco antiguo se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos, antiguo alojamiento de los reyes y sede de la Inquisición, y adyacente al mismo se hallan las Caballerizas Reales, lugar de crianza del caballo andaluz. Cerca de las caballerizas se encuentran, junto a la muralla, los antiguos baños califales.



Córdoba ha sido el lugar del nacimiento de tres grandes filósofos: el estoico romano Séneca, el musulmán Averroes y el judío Maimónides. También nacieron en Córdoba los poetas Lucano, Ibn Hazm, Juan de Mena, Luis de Góngora y Ángel de Saavedra, también conocido como el Duque de Rivas.






En el sur del casco antiguo y al este de la mezquita, situada en la plaza del Potro, se halla la Posada del Potro, mencionada en obras literarias como Don Quijote y La Feria de los Discretos. Tanto la posada como la plaza reciben su nombre de la fuente situada en el centro de la plaza, la cual representa a un potrillo. No lejos de esta plaza se encuentra el Arco del Portillo.




A lo largo del cauce del Guadalquivir se encuentran los Molinos del Guadalquivir, edificios de la época musulmana que aprovechaban la fuerza de la corriente para moler la harina tales como el Molino de la Albolafia, el Molino de la Alegría, el Molino de Martos, el Molino de Enmedio, el Molino de Salmoral, el Molino de San Antonio, el Molino de Hierro, el Molino de Téllez, el Molino San Rafael y el Molino de Don Tello o Pápalotierno.





 El puente romano está situado sobre el río Guadalquivir a su paso por Córdoba, que une la zona del Campo de la Verdad con el Barrio de la Catedral. Fue el único puente con que contó la ciudad durante 20 siglos, hasta la construcción del Puente de San Rafael, a mediados del siglo XX. El 9 de enero de 2008 se inauguró la mayor remodelación que el Puente Romano ha tenido en su historia. Construido a principios del siglo I d. C., durante la época de dominación romana en Córdoba, sobre el río Guadalquivir (probablemente sustituyendo a uno más primitivo de madera), tiene una longitud de unos 331 metros y está compuesto por 16 arcos, aunque originalmente tuvo 17. Fue un importante medio de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península Ibérica por ser el único punto para cruzar el río sin utilizar ningún tipo de embarcación. Probablemente la Vía Augusta que iba desde Roma hasta Cádiz pasaba por él. A un lado del puente se encuentra la torre de la calahorra y al otro se encuentra la puerta del puente.


De la época romana pueden encontrarse, además del puente, el Templo romano situado en la calle Capitulares y dedicado en su tiempo al culto imperial.



La Mezquita-catedral de Córdoba, antes «Santa María Madre de Dios» o «Gran Mezquita de Córdoba», actualmente conocida como la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora de forma eclesiástica, o simplemente Mezquita de Córdoba de forma general. El edificio fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad junto con el centro histórico de Córdoba.




Se empezó a construir en 785, tras la invasión musulmana, en el lugar que ocupaba la basílica visigótica de San Vicente Mártir, el templo cristiano más importante de la ciudad. El edificio fue objeto de ampliaciones durante el Emirato de Córdoba y el Califato de Córdoba. En 1238, tras la Reconquista, se llevó a cabo su consagración como catedral con la ordenación episcopal de su primer obispo, Lope de Fitero.



Con 23.400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie, por detrás de la Mezquita de la Meca, siendo sólo alcanzada posteriormente por la Mezquita Azul (Estambul, 1588). Una de sus principales características es que su muro de la qibla no fue orientado hacia La Meca, sino 51º grados más hacia el sur, algo habitual en las mezquitas de Al-Ándalus.










En 1523 se realizó la mayor alteración del monumento con la construcción de una basílica cruciforme renacentista de estilo plateresco en el centro del edificio musulmán. Hoy todo el conjunto constituye el monumento más importante de Córdoba, y también de toda la arquitectura andalusí, junto con la Alhambra.