Saliendo desde Inverness en dirección este por la A96, bordeando la costa, cruzamos por otro de los trágicos lugares escoceses, que permanecen en la memoria popular: la llanura de Culloden, lugar de una matanza en la guerras jacobitas contra Inglaterra. Si nos desviamos a la izquierda, nos acercamos a Fort George, una gran fuerte del siglo XVIII, con grandes barracones aun en uso.
A escasos kilómetros, hacia el interior, se encuentra el castillo de Cawdor, famoso por ser el hogar de Macbeth en la tragedia romántica de Shakespeare. Tiene una visita agradable, con jardines y sitios para hacer picnic, todo rodeado de un precioso campo de golf.
En muchos puntos del camino se indican la existencia de estelas graniticas con petroglifos, de origen picto.
A mitad de camino de Aberdeen, se encuentra la catedral de Elgin, a veces denominada la linterna del Norte.
Es un conjunto de ruinas históricas situadas en la ciudad de Elgin, en el condado de Moray
La construcción de esta catedral se completó a finales del siglo XIII. Su sala capitular octogonal, una característica única en las catedrales de Escocia, se encuentra casi intacta. Las naves contienen las tumbas y efigies de algunos de los obispos, así como de algunos de los poderosos benefactores de la catedral.
Se llevaron a cabo importantes reparaciones de la Catedral en los siglos XV y XVI antes de que cayera en desuso y en la ruina tras la Reforma escocesa. La preservación del edificio comenzó lentamente en el siglo XIX, pero en la segunda mitad del siglo XX, con la renovación de las deterioradas piedras, el edificio fue totalmente estabilizado.
Aqui comienza una de las regiones más famosas de toda Escocia: Speyside, cuna del Whysky de malta. Es una región conocida por la gran concentración de destilerías de whisky de malta que allí se encuentran, ya que esta única región concentra más destilerías que ninguna otra.
DALLAS DHU |
STRATHISLA |
Continuando por la carretera hacia Aberdeen, y tras superar los vapores del licor, llegamos a la entrada al parque nacional Cairgorms. En Hantly se puede visitar su castillo, de estilo francés, por supuesto en ruinas, pero cmo siempre rodeado de un bosque precioso, incluso en verano.
En este parque está la residencia de verano de la Reina de Inglaterra, en Balmoral. Es una zona bastante pija, con residencias ostentosas, y no es raro ver coches de lujo paseando por sus carreteras.
En el camino, podemos visitar múltiples castillos, casi todos en ruinas como el de Kildrummy, de visita gratuita. A escasos metros esta contruido el uevo castillo, mucho más moderno, que esun lujoso hotel en la actualidad.
Uno de los pocos castillos que no está en estado ruinosos es el castillo de Colgarff. Construido en el siglo XVI, es una casa torre incluida en unas murallas en estrella, dominando desde la colina los párams de alredor. Como otros muchos castillos de esta tierra, cuentan leyendas de fantasmas de antiguos moradores, que asociado a la niebla omnipresente, le confiere un aspecto misterioso.
Si volvemos hacia la carretera pricipal de Aberdeen, nos encontramos con sitios arqueológicos arcanos, como el Loanhead Stone Circle , en Daviot, que está datado en el 2500 AC. Hay al menos 15 sitios arqueológicos similares en esta zona.
Dejando Aberdeen a un lado, ya que por lo normal no entrmos en las ciudades grandes, llegamos al pequeño pero piintoresco pueblo de Stonehaven. Construido alrededor de su pequeño puerto pesquero, que parece sacado del comic de Tintin La isla Negra, es buen sitio para repostar tomando una pinta mientras las barcas acuden con sus capturas del día.
A las afueras de esta pueblecito, se encuentra uno de los castillos más bonitos y espectaculares de toda Escocia ( es mi opinión ): Dunnottar Castle.
Los edificios del castillo que han llegado hasta nosotros corresponden esencialmente a los siglos XIV y XV, pero casi con completa seguridad existió en el lugar una importante fortaleza ya en los llamados
siglos oscuros.
El
castillo de Dunnottar jugó un papel importante en la Historia de Escocia
durante la Edad Media y hasta la Ilustración, debido a su posición estratégica
que controla las rutas de transporte marítimo hacia el norte de Escocia y
también a que por hallarse situado sobre una terraza costera que controlaba los
movimientos terrestres.
Las
ruinas del castillo se extienden a lo largo de un área rocosa de tres acres de
superficie que se encuentra prácticamente rodeada por el mar del Norte, en una
caída a pico de unos 50 metros.
Las rocas y los entrantes y salientes de la costa existentes
al norte y al sur del castillo han sido convertidas en residencia de decenas de
miles de aves marinas, lo que convierte a esta extensión de la costa escocesa
en un notable santuario de las aves en el norte de Europa, con una amplia
diversidad de especies y un elavado número de animales. Algunas escenas de la
película Hamlet, con Mel Gibson y Glenn Close, fueron rodadas en el castillo de
Dunnottar.
Seguimos hacia el sur y atravesando Dundee, llegamos a St. Andrews, cuna del golf, y preciosa ciudad universitaria, lugar donde estudian las clases altas de Reino Unido. Rodeado de innumerales campos de golf, esta ciudad burguesa está construida alrededor de del castillo y la catedral.
Se trata de una antigua fortaleza cuya construcción se llevó a cabo hacia el año 1200, a instancias de los obispos de aquella importante ciudad, que ya contaba por entonces con la catedral más grande de Escocia, a la que se sumaría poco después la primera universidad del país.
De su estructura y configuración original, hoy sólo quedan en pie una serie de muros en franca ruina, que no obstante dan idea de la importancia defensiva que esta fortaleza tuvo en su tiempo.
Utilizado además como palacio y como prisión, todavía pueden verse gran parte de sus muros con su foso, así como su calabozo en forma de botella, o las minas y contraminas que fueron abiertas en su época de máxima actividad por sus defensores y atacantes.
La gran catedral de St. Andrews fue construida en 1160. Los orígenes de la Catedral de Sr Andrews se remontan al año
742, cuando las reliquias de San Andrés (St Andrews), uno de los doce apóstoles
y patrón de Escocia, llegaron a esas tierras. En el promontorio rocoso donde
ahora vemos las ruinas de la catedral se construyó una iglesia, St Mary on the
Rocks, primera de las tres que con el paso de los años ocuparían esa zona.
La Catedral de St Andrews se convirtió en dicha época en la mayor catedral de toda Escocia. Pero en la actualidad, cuando visitamos St Andrews, nos encontramos con unas ruinas históricas que son un buen reflejo de la pujanza de dicha catedral.
El escenario que junto a la costa nos muestra estas ruinas históricas es realmente bello, y nos permite revivir la grandiosidad de la que fué la catedral más grande de Escocia. Un consejo, de no dejéis de subir a la torre de la antigua iglesia de St Rule; las vistas de la catedral y del pueblo de St Andrews son increíbles.
Por cierto, otro apunte cinematográfico: en la playa de St. Andrews se rodó la famosa escena de la carrera por la playa de Carros de Fuego, con la pegadiza musica de Vangelis.
Última parada, Edimburgo.
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