ARGENTINA - BUENOS AIRES
Buenos Aires es una de las megaurbes sudamericanes, y ya sabéis de mi "alergia" a las ciudades, así que posiblemente no sea demasiado efusivo. Para mi es la puerta de entrada y salida del país, y ya la conozco, así que si alguna vex vuelvo ¡quedaré a comer nada más, je, je!.
Tiene un aire europeo, lejos de otras capitales suamericanas de aspecto colonial; es una mezcla de Madrid y Barcelona, para mi gusto: grandes avenidas plagadas de tráfico unido a la presencia del mar, que se respira en la humedad del aire, y con un puerto centro del ocio de restaurantes.
Si creo imprescindible la visita a la plaza de Mayo, más que por su belleza, por lo que implica. Aun pueden verse las concentraciones de las madres de Mayo reclamando justicia, así como del resto de colectivos que reclaman contra el Gobierno, ya que es la sede de la Casa Rosada, la residencia Presidencial argentina.
Muy cerca está la sede del Congreso de la nación, muy similar arquitectónicamente a la estadounidense.
Buenos Aires es una ciudad llena de parques y sitios culturales: teatros, librerías, cafés literários, museos, y la gente respira cultura ( puedes conversar con un taxista y tiene un discurso mil veces más elaborado que cualquier ministro español, o eso parece ).
Es muy típica la visita al Cementerio de la Recoleta, unos de los barrios más in de Buenos Aires, zona de tiendas y boutiques de lujo ( las que quedan, muchas marcas han volado de Argentina ).
Los frailes de la orden de los recoletos descalzos llegaron a esta zona, entonces en las afueras de Buenos Aires, a principios del siglo XVIII. Construyeron en el lugar un conevnto y una Iglesia, en 1732, que colocaron bajo la advocación de la Virgen del Pilar. Actualmente la Basílica de Nuestra Señora del Pilar es un Monumento Histórico Nacional.Se pueden vistar las tumbas de Jefes de Estado, personalidades e intelectuales argentinos, lo cual es una ruta macabro-cultural, no muy de mi gusto.
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El Café Tortoni, ubicado en el 825 de la Avenida de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires, es el más representativo del espíritu tradicional de dicha avenida y una leyenda de la ciudad.
Hay que hacer cola para entrar ( aunque haya mesas libres dentro ), marketing argentino.
El barrio más típico de todos es el de la Boca, en los antiguos astilleros bonaerenses. Su calle principal, Caminito, la de la canción de Gardel, es una atracción turística en sí misma, llena de restaurantes, tiendas de souvenirs, y plagada de artistas callejeros y parejas bailando tango.
Evita Perón y Carlos Gardel son omnipresentes en la vida de los argentinos ( no me imagino a Manolo Escobar en la de los madrileños ).
Las casas están pintadas multicolor para aprovechar las pinturas que sobraban de los barcos, lo que da un aspecto pintoresco y personal de este barrio.
Los patios de las casas eran los auténticos órganos de vida de la comunidad. Cada recinto estaba rebosante de familias enteras, normalmente separadas por nacionalidades: españoles, italianos, rusos, etc.. que llegaban como emigrantes en busca de fortuna a primeros del siglo XX.
Es recomendable no vistar el barrio de noche, ya que dicen que no es muy seguro, lo mismo que otras zonas del centro donde trabajan carteristas y rateros, como en otras grandes urbes.
Para finalizar la jornada, recomiendo visitar Puerto Madero, zona VIP pero a precios muy asequibles, donde comer un buen asado con un exquisito vino argentino, y dar un paseo por sus dársenas, que están muy renovadas y presentan barcos museo para visitar; o tomarte un coctel en los múltiples garitos de copas de la zona.
Buenos Aires es una de las megaurbes sudamericanes, y ya sabéis de mi "alergia" a las ciudades, así que posiblemente no sea demasiado efusivo. Para mi es la puerta de entrada y salida del país, y ya la conozco, así que si alguna vex vuelvo ¡quedaré a comer nada más, je, je!.
Tiene un aire europeo, lejos de otras capitales suamericanas de aspecto colonial; es una mezcla de Madrid y Barcelona, para mi gusto: grandes avenidas plagadas de tráfico unido a la presencia del mar, que se respira en la humedad del aire, y con un puerto centro del ocio de restaurantes.
Si creo imprescindible la visita a la plaza de Mayo, más que por su belleza, por lo que implica. Aun pueden verse las concentraciones de las madres de Mayo reclamando justicia, así como del resto de colectivos que reclaman contra el Gobierno, ya que es la sede de la Casa Rosada, la residencia Presidencial argentina.
Muy cerca está la sede del Congreso de la nación, muy similar arquitectónicamente a la estadounidense.
Buenos Aires es una ciudad llena de parques y sitios culturales: teatros, librerías, cafés literários, museos, y la gente respira cultura ( puedes conversar con un taxista y tiene un discurso mil veces más elaborado que cualquier ministro español, o eso parece ).
Es muy típica la visita al Cementerio de la Recoleta, unos de los barrios más in de Buenos Aires, zona de tiendas y boutiques de lujo ( las que quedan, muchas marcas han volado de Argentina ).
Los frailes de la orden de los recoletos descalzos llegaron a esta zona, entonces en las afueras de Buenos Aires, a principios del siglo XVIII. Construyeron en el lugar un conevnto y una Iglesia, en 1732, que colocaron bajo la advocación de la Virgen del Pilar. Actualmente la Basílica de Nuestra Señora del Pilar es un Monumento Histórico Nacional.Se pueden vistar las tumbas de Jefes de Estado, personalidades e intelectuales argentinos, lo cual es una ruta macabro-cultural, no muy de mi gusto.
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El Café Tortoni, ubicado en el 825 de la Avenida de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires, es el más representativo del espíritu tradicional de dicha avenida y una leyenda de la ciudad.
Hay que hacer cola para entrar ( aunque haya mesas libres dentro ), marketing argentino.
El barrio más típico de todos es el de la Boca, en los antiguos astilleros bonaerenses. Su calle principal, Caminito, la de la canción de Gardel, es una atracción turística en sí misma, llena de restaurantes, tiendas de souvenirs, y plagada de artistas callejeros y parejas bailando tango.
Evita Perón y Carlos Gardel son omnipresentes en la vida de los argentinos ( no me imagino a Manolo Escobar en la de los madrileños ).
Las casas están pintadas multicolor para aprovechar las pinturas que sobraban de los barcos, lo que da un aspecto pintoresco y personal de este barrio.
Los patios de las casas eran los auténticos órganos de vida de la comunidad. Cada recinto estaba rebosante de familias enteras, normalmente separadas por nacionalidades: españoles, italianos, rusos, etc.. que llegaban como emigrantes en busca de fortuna a primeros del siglo XX.
Es recomendable no vistar el barrio de noche, ya que dicen que no es muy seguro, lo mismo que otras zonas del centro donde trabajan carteristas y rateros, como en otras grandes urbes.
Para finalizar la jornada, recomiendo visitar Puerto Madero, zona VIP pero a precios muy asequibles, donde comer un buen asado con un exquisito vino argentino, y dar un paseo por sus dársenas, que están muy renovadas y presentan barcos museo para visitar; o tomarte un coctel en los múltiples garitos de copas de la zona.
1 comentario:
Este sitio está estupendo, gracias por compartir estas hermosas imágenes, a mí por lo particular me encanta viajar, conocer y vivir nuevas experiencias, porque solo los buenos recuerdos se quedan en nuestro corazón.
Saludos
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