El castillo de Loarre, situado en la provincia de Huesca, es el castillo románico mejor conservado de Europa.
El castillo se asienta sobre un promontorio de roca
caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía una gran ventaja defensiva, ya
que así los muros no podían ser minados (técnica habitual en el asedio de fortalezas,
que consistía en construir un túnel por debajo del muro para después hundirlo y
abrir así una brecha por la que asaltar). Además está rodeado por una muralla
con torreones.
El castillo está en bastante buen estado de conservación (salvo la parte del antiguo castillo de Sancho III de Navarra, mucho más deteriorada) y está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. Destacan la pequeña capilla, la cripta de santa Quiteria, situada a la entrada (con una increíble acústica) y la majestuosa iglesia del castillo (de la que se desconoce el paradero de las pinturas románicas) en la que llama la atención la cúpula (por lo poco habitual que es en el románico).
La ubicación de la construcción es un aspecto
fundamental para entender su carácter militar. Está situado a la entrada de los
Pirineos, justo cuando las montañas dan lugar a la llanura, dominando toda la
comarca. La gran llanura que forma "La Hoya" se extiende hasta las
orillas del Ebro, hasta Zaragoza.
A la espalda del castillo, al norte, están los montes
Pirineos y la importante ciudad de Jaca. El hallazgo de monedas romanas en el
solar del castillo da pie a pensar que este se construyó sobre el asentamiento
romano de "Calagurris Fibularia".
La puerta de entrada de la construcción es de estilo
románico con decoración en el tímpano. Tras ella se abre una imponente escalera
cubierta por una bóveda de cañón y adornada con una cenefa de ajedrezado
jaqués. A los lados de la escalera hay dos estancia, la de al izquierda es el
cuerpo de guardia y la de la derecha es la cripta de santa Quinteria, que fue
lugar de enterramientos. Desde ella por dos estrechas escaleras se accede a al
iglesia.
Sobre la cripta se ubica la iglesia de San Pedro, una
construcción románica de una única nave y ábside semicircular decorado con
columnas adosadas a los muros con capiteles tallados con motivos fantásticos,
vegetales y bíblicos. La nave está cubierta por bóveda de cañón y decorada por
una larga cenefa de ajedrezado jaqués. Entre el ábside y la nave se abre una
cúpula de 26 metros de altura.
A la derecha de la construcción se encuentran las
dependencias de los canónicos y de los nobles que habitaron el castillo.
También esta el calabozo (que fue también utilizado de almacén) y la sala de
armas. Varias ventanas ajimezadas dan vista hacia donde se ubicó el pueblo de
Loarre hasta el siglo XVI.
El castillo fue construido en el siglo XI por orden
del rey Sancho III, para servir como avanzadilla fronteriza, desde la que
organizar los ataques contra la localidad de Bolea, situada en la llanura que
domina la construcción. De esta época datan el edificio real, la capilla, el
torreón de la Reína, el patio de armas, las estancias militares y de servicio y
la torre del homenaje (antigua torre albarrada).
Posteriormente, hacia 1071, durante el reinado de
Sancho Ramírez se realiza un ampliación que le da la forma que mantiene en la
actualidad. De esta época son las demás construcciones incluida la iglesia. El
recinto amurallado se construye en 1287.
La construcción se mimetiza con el terreno llegando a
confundirse con él a pesar de su gran tamaño. Todo el conjunto está rodeado de
una gran muralla que se construyó en 1287. La muralla abarca unos 10.000 metros
cuadrados y tiene un perímetros de 172 metros. Está realizada con torreones
semicirculares, hay uno rectangular en donde se ubica una de las entradas.
Al sur, en lo que fue la parte del castillo original
y más militar, está el patio de armas y junto a él la iglesia de Santa María,
la que había antes de la fundación del monasterio. Destaca el aljibe con
capacidad para guardar hasta 8.000 litros de agua, las estancias militares, la
torre norte (que está destruida) y las cocinas.
La torre de la reina se sitúa sobre la entrada a la
parte militar y protege la misma. La torre del homenaje, de 22 metros de
altura, tiene 5 plantas y está comunicada con el castillo por un puente
levadizo.2
El Castillo de Loarre fue protagonista del rodaje de la película El reino de los cielos (Kingdom of Heaven) (2005) del director Ridley Scott, protagonizada entre otros por Orlando Bloom, Eva Green, Liam Neeson y Jeremy Irons. El pueblo de Loarre participó en el rodaje de la película haciendo de extra. El castillo puede verse en varias ocasiones durante la película.
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