SANTORINI
La isla griega por excelencia y a la vez diferente de las demás, la más especial, la más bonita.
Su espectacular belleza, junto con una animada vida nocturna, la han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Europa.
La belleza de Thira puede deberse al contraste de la roca oscura del lugar con las blancas casitas de una arquitectura única, de casas pequeñas y como salidas de un cuento, sus cúpulas, sus pasajes (estrechos y laberínticos), sus multicolores ventanas y puertas de madera labrada. Destacan sus catedrales, tanto la católica como la ortodoxa y su museo arqueológico.
Muy recomendables las puestas de sol desde Oia, espectáculares es esta isla ya espectacular por sí misma. ¡Tengo que volver, ya!
La isla griega por excelencia y a la vez diferente de las demás, la más especial, la más bonita.
Su espectacular belleza, junto con una animada vida nocturna, la han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Europa.
Sus construcciones tienen un aspecto oriental, con
casas blancas y marcos de ventanas y puertas en azul, como se pueden encontrar
en las costas de Marruecos o Túnez. Por otra parte, también se han formulado
reproches contra el carácter desordenado y excesivo de su desarrollo
urbanístico reciente.
Santorini es, en esencia, lo que queda de una enorme
explosión volcánica que destruyó los primeros asentamientos existentes,
haciendo desaparecer gran parte del territorio de la antigua isla y provocando
la creación de la caldera geológica actual.
El nombre actual (Σαντορίνη, en griego) es de origen
italiano, en concreto debido a los mercaderes venecianos medievales que la
llamaron Santa Irene en italiano en honor a la patrona de la isla Santa Irene
de Tesalónica. Previamente fue llamada Thera, Kallistē («la más hermosa») o
Strongylē («la redonda»).
Una gigantesca laguna central, más o menos ovalada,
de unos 12 km de longitud y 7 km de anchura, está rodeada por tres lados por
altos acantilados de unos 300 metros de altura. Las pendientes de la isla
descienden desde lo alto del acantilado hasta el circundante mar Egeo.
Thira, la capital, es quizás el pueblo más bello y singular
del Egeo. Se encuentra construida y asomada sobre el extremo de un precipicio
que mira sobre el hueco dejado por el volcán. Este hueco se conoce como Caldera,
ahora ocupado por el mar. Tiene un pequeño puerto debajo que esta comunicado
con Thira con un funicular o con cientos de peldaños, si se desea subir a pie o
a lomos de los numerosos burros que realizar esta costosa labor diariamente.
Asimismo, desde este puerto parten las barquitas que realizan las muy
aconsejables excursiones a las islas interiores de Nea Cameni, con sus aguas
calientes, Palea Kameni y a la bellísima vecina Thirassia, que surge como una
copia de Santorini pero aún más autentica junto al pequeño pero sorprendente
islote de Aspro.
La belleza de Thira puede deberse al contraste de la roca oscura del lugar con las blancas casitas de una arquitectura única, de casas pequeñas y como salidas de un cuento, sus cúpulas, sus pasajes (estrechos y laberínticos), sus multicolores ventanas y puertas de madera labrada. Destacan sus catedrales, tanto la católica como la ortodoxa y su museo arqueológico.
Los puertos de la isla están todos en la laguna, y la
capital, Fira, cuelga de lo alto del acantilado, sobre la ladera que desciende
hasta la laguna.
Muy recomendables las puestas de sol desde Oia, espectáculares es esta isla ya espectacular por sí misma. ¡Tengo que volver, ya!
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